NUESTRA
HISTORIA
Nuestra historia comienza en 1854, cuando un devastador terremoto derribó la ciudad de San Salvador. En ese momento, Walter Bogen, un ciudadano salvadoreño de ascendencia alemana, comenzó a buscar una nueva ubicación para la capital junto con una comitiva. Este es el germen de nuestra empresa y su actividad urbanística.
En 1911, Walter Thilo Deininger, sobrino-nieto de Walter Bogen, tomó el control de la empresa familiar, mediante el cual ha dejado un legado de trabajo duro, nobleza, empatía y visión de futuro. Ya desde entonces, estaba comprometido con la protección y preservación del medio ambiente, valores que han sido fundamentales en la filosofía de nuestra empresa a lo largo de las generaciones.
Su legado se extendió a la donación de numerosas propiedades para el beneficio de miles de personas, entre ellas, el Centro Escolar de Antiguo Cuscatlán que lleva su nombre, el terreno del Complejo Educativo San José de Quezaltepeque y el colegio Espíritu Santo de San Salvador, así como el Parque de Aventuras Surf City Walter Thilo Deininger, la parroquia Santos Niños Inocentes de Antiguo Cuscatlán y la construcción, junto con otra familia, de la basílica Nuestra Señora de Guadalupe.
Continuando con el legado urbanístico, fundó el grupo Adebien en los años 70. Desde entonces, esta empresa familiar se dedica al diseño y desarrollo de espacios urbanos, enfocándose en la creación de entornos sostenibles y funcionales para las comunidades. En Adebien estamos orgullosos de nuestra larga trayectoria, y seguimos trabajando por la excelencia en la planificación urbana.
Nuestra historia comienza en 1854, cuando un devastador terremoto derribó la ciudad de San Salvador. En ese momento, Walter Bogen, un ciudadano salvadoreño de ascendencia alemana, comenzó a buscar una nueva ubicación para la capital junto con una comitiva. Este es el germen de nuestra empresa y su actividad urbanística.
En 1911, Walter Thilo Deininger, sobrino-nieto de Walter Bogen, tomó el control de la empresa familiar, mediante el cual ha dejado un legado de trabajo duro, nobleza, empatía y visión de futuro. Ya desde entonces, estaba comprometido con la protección y preservación del medio ambiente, valores que han sido fundamentales en la filosofía de nuestra empresa a lo largo de las generaciones.
Su legado se extendió a la donación de numerosas propiedades para el beneficio de miles de personas, entre ellas, el Centro Escolar de Antiguo Cuscatlán que lleva su nombre, el terreno del Complejo Educativo San José de Quezaltepeque y el colegio Espíritu Santo de San Salvador, así como el Parque de Aventuras Surf City Walter Thilo Deininger, la parroquia Santos Niños Inocentes de Antiguo Cuscatlán y la construcción, junto con otra familia, de la basílica Nuestra Señora de Guadalupe.
Continuando con el legado urbanístico, fundó el grupo Adebien en los años 70. Desde entonces, esta empresa familiar se dedica al diseño y desarrollo de espacios urbanos, enfocándose en la creación de entornos sostenibles y funcionales para las comunidades. En Adebien estamos orgullosos de nuestra larga trayectoria, y seguimos trabajando por la excelencia en la planificación urbana.